Woulauk

El subcuartel del gluminati costarricense.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Temor al misticismo

Yo no sólo no soy espiritual, sino que además tengo un miedo inexplicable de que piensen que lo soy. Hace unos días me llamó una reportera de La Nación que está trabajando en un perfil mío para la revista Dominical y me hizo una serie de preguntas un poco íntimas acerca mi visión del mundo. Le respondí justamente lo que pensaba y no puedo evitar sentir que decepcioné. Cuando la gente se entera que uno es un científico relativamente exitoso, y trabaja en temas un poco distantes a la vida cotidiana, por alguna razón asumen que uno ha resuelto su vida. Después de todo: ¿por qué físico y no carnicero?

Desgraciadamente no puedo responder con una frase toda cursi, decir que tengo un llamado del más allá para querer entender el origen del Universo o, en términos más naturales, que mi subconsciente esta atraído apasionadamente a las preguntas más fundamentales. Incluso nunca he tenido una experiencia Saganiana de ver a las estrellas y sentir una profunda conexión con el Universo. Tampoco diría algo tan ambicioso y poco realista como que deseo entenderlo todo. De hecho, si los físicos hemos cometido un error de la manera que presentamos nuestro campo al público es decir que la física es capaz de explicarlo todo bajo una gran teoría unificada. Es cierto que es absolutamente fascinante que podemos comprender nuestros alrededores. Me refiero precisamente a nuestra capacidad de generar modelos y teorías basadas en entidades externas (específicamente partículas) para poder predecir una infinidad de eventos observables. Pero ir de esto a decir que el éxito de la ciencia implica que es capaz de explicar todo fenómeno bajo una teoría unificada es una afirmación espiritual porque ubica al hombre en un plano poco natural y altamente especial. Es evidente que el nivel de nuestra comprensión de los procesos naturales no es accesible para ninguna otra especie en este planeta (ej. por más que uno intente enseñarle cálculo a un chimpancé, jamás aprenderá), pero no somos más que el más inteligente de los primates: podremos entender más que los otros, pero no veo razón de por qué seríamos capaces de entenderlo todo.

Le admití que no veo particularmente la razón de por qué soy físico, me imagino mi vida en mil circunstancias distintas donde terminaba como químico, biólogo o filósofo (jamás matemático), eso si es que la vida es tan generosa de permitir que uno se eduque. Esto no quiere decir que los problemas con los que trabaje no sean fascinantes, pero no voy a decir que son más interesantes que mil preguntas más que puedo formular. La respuesta entonces termina siendo aburrida: soy físico por las mismas razones que ella es reportera. Simplemente las circunstancias se prestaron para practicar algo que me gustaba, y una cosa llevó a la otra y terminé donde estoy. Como estoy contento con lo que hago, sigo practicándolo. No muy interesante, pero así es la vida, cualquier justificación más allá de eso es espiritual y una ilusión.

Así, nuevamente, alguien viene a mí esperando una visión de mundo más inspiradora que las demás y no recibe más que cruel realismo. Mejor que le pregunten al carnicero.

domingo, 26 de enero de 2014

¡Que no nos expropien la lengua!

De todas las libertades hay una que aprecio mucho más que las otras. No sólo vivo de ella sino que además la considero el mayor logro de Occidente. Es por medio de la libertad de expresión que es posible diseminar e intercambiar ideas, y establecer discusiones de suma importancia en todo campo del conocimiento. Nos permite publicar nuestros pensamientos sin miedo y nos da el derecho de acceso a la información. Nos expone a las más variadas y descabelladas ideas, incluyendo aquellas capaces de ser las semillas de donde germinan las revoluciones científicas y sociales.

La historia nos enseña que las revoluciones son fundamentales para el progreso. Característico de una revolución social es que las bases filosóficas del statu quo pre-revolucionario son distintas al modelo que surge después de la revolución. Naturalmente, las ideas más revolucionarias son las más tabú, y, consiguientemente, las más vulnerables a ser censuradas. Debido a la imposibilidad de predecir bajo el modelo presente los futuros principios éticos, intereses y prioridades de nuestra sociedad, no existen parámetros objetivos sobre los cuales se pueda decidir qué es censurable y qué no. Por ende, todo tipo de censura no tiene propósito más allá de fortalecer y promover el sistema político vigente, en detrimento del progreso social.

Viéndose como un foro para la oposición en un eventual gobierno del Frente Amplio, el periódico La Nación se ha mostrado preocupado por las palabras de la presidente y candidata a diputada de la agrupación, Patricia Mora, respecto a la libertad de expresión. Tanto así que le ha dedicado dos editoriales (uno y dos) al tema, el segundo en respuesta a una aclaración por parte de Patricia en su sección de Opinión.

Leyendo las palabras de Patricia no hay duda que su proyecto de gobierno incluye la intervención del estado en la prensa y la implementación de límites en la libertad de expresión. Ella menciona exigir que los periodistas obedezcan a "parámetros éticos mayores," quejándose, por ejemplo, de que el "75% (de un noticiario) sean hechos de sangre." Inmediatamente se le pregunta que quién va a decidir esos principios éticos, y ella responde que "la ciudadanía, que es muy educada."¿En qué país vive esta mujer? ¿Cree que el pueblo gasta sus colones en La Extra, o que pasa babeando frente al televisor durante Combate por decreto del Poder Ejecutivo? ¿No se da cuenta que el mismo Grupo Nación preferiría que el pueblo leyera la sección de Opinión en La Nación que venderle tetas en La Teja? El pueblo ya ha decidido, y lo que quiere es sangre, relatos acerca del chupacabras, mamacitas semi-desnudas y los cuadritos de Bryan Ganoza. Ciertamente estos no son los parámetros éticos decididos por la ciudadanía que Patricia tiene en mente. Supongo que se refiere a los parámetros éticos de "la ciudadanía," legítima y únicamente representada en el gobierno por el Frente Amplio.

La discusión no sólo abarca el sensacionalismo, sino que además menciona como problema que los grandes medios de prensa "no siempre mantienen un equilibrio," debido a que tienen "dueños con intereses." ¡Sorpresa!, los medios son parciales, a diferencia de las clases que Patricia imparte en la U.C.R., supongo. El punto es que así como Patricia ve parcialidad en los medios de prensa, y una persecución hacia el Frente Amplio, otros no percibimos una parcialidad tan alarmante, mientras que vemos parcialidad extrema en su programa de Generales.

A diferencia suya, yo no pretendo ser imparcial ni creo que alguien es capaz de serlo. Pero mas allá de eso, yo defiendo vehementemente su libertad de cátedra, y por más que esté en desacuerdo con lo que ella enseñe, lo veo como una pieza fundamental y necesaria de toda sociedad libre. En cambio, la ingenuidad de Patricia, creyendo que el Estado, conformado por hombres con ideologías e intereses políticos, es capaz de imponer la imparcialidad en la prensa, es decepcionante y peligrosa.

La solución al problema no es limitar y regular la información a la cual puede acceder el ciudadano, sino universalizar el acceso a esta. Gracias a la existencia del internet podemos exponer nuestras mentes a todo tipo de puntos de vista, libremente aprendiendo de los sucesos y desarrollando nuestro criterio sobre la realidad nacional. Aún más, podemos fácilmente contribuir al canon del conocimiento contemporáneo. Si queremos fortalecer la libertad de expresión, debemos fomentar la participación de la ciudadanía en una discusión abierta, sin regulación ni censura.

Las diferencias de criterio entre ciudadanos nunca deberían ser razón de discordia, por el contrario, mientras sean expresadas en libertad, sin apegarse a "parámetros éticos mayores", son parte de una democracia liberal saludable. Lo inaceptable es cuando un grupo de la población, creyéndose poseedora de la verdad y representantes legítimos del pueblo, pretenden imponer su criterio. Y aún cuando no nos pueden expropiar la mente, nos pueden expropiar la lengua. ¡Eso no lo podemos permitir!

lunes, 20 de enero de 2014

Comentarios de las elecciones con el doctor Álvaro Chavarría

Yo no voy a votar. Seré una pequeñísima fracción más del considerable porcentaje de costarricenses que por una u otra razón no se puede convencer de asistir a las urnas, a la “fiesta política.” Todos los abstencionistas tenemos nuestras razones, tal vez no confiamos en los políticos, no vemos ningún candidato que realmente nos represente, o tenemos algo mejor que hacer y nos vale un culo. Somos testamento del fracaso de la democracia. Disidentes, independientes, minorías ¿Cómo ganar unas elecciones sino cortejando a la mayoría?

¡Que quede claro que muchos no somos indiferentes a la política! Podemos tener convicciones muy fuertes y por más que estemos al tanto de lo que sucede en el país no podemos hacer más que frustrarnos y deprimirnos presenciando el circo político. Así que si lo permiten, me tomo la libertad de expresar mi descontento en los siguientes puntos.

Laura: ¡Pobre! No hace falta más que visitar su página de Face para que a uno le de una lástima... La pasan insultando, jodiendo, acusando. ¿Por qué? Cierto que tenemos un horrible déficit fiscal, un desempleo considerable y los índices de pobreza estancados, además de las cien peladas de culo que demuestran un inoperable aparato ejecutivo. Pero no olvidemos que estos problemas han sido arrastrados desde la anterior administración liberacionista. Aún así, la economía crece, la inflación es baja,  ha habido significativo progreso en el sistema educativo y hay paz social. Ni presidentes en países que están al borde de la ruina o padecen de violencia epidémica tienen los bajísimos niveles de aprobación que tiene Laura.

Este descontento generalizado con la presidente naturalmente se representa como una aversión al PLN, el factor político más evidente en estas elecciones. Pero sin duda, es interesante la marcada diferencia entre la aprobación de Laura (menor al 10%) y el hecho de que Johnny encabece muchas de las encuestas. Preguntémonos entonces, ¿cuál es la diferencia entre la presidente y el candidato? ¿Qué tiene Johnny que Laura no tenga? Sería una lástima que tal disfuncional herramienta fuese a distanciar al candidato lo suficiente para ganar las elecciones.

Etiquetas: Se ha puesto de moda en esta campaña generalizar las posiciones de los candidatos dependiendo de su ideología. La etiqueta se presta para poder atacar no al candidato en particular, si no a un ente ficticio (la etiqueta) a la cuál se le atribuyen todo tipo de cualidades negativas. Villalta, por más que se queje de que lo tachen de “comunista,” es el que más ha sacado provecho de esta estrategia. Bajo “los mismos de siempre”, ha logrado establecer una dialéctica donde hay una equivalencia entre corrupción, neoliberalismo, políticos tradicionales y la denominada “argolla política”, que incluye a los burgueses y grandes empresarios. En fin, en este discurso no hay tal cosa como alguien que se haya desenvuelto en la función pública y no sea corrupto, o alguien que se haya enriquecido honestamente y no por medio de favores políticos. Lo más sorprendente es que el pueblo se ha tragado la mentira entera, quedando con las bolas de Villalta en la barbilla. Ha logrado convencer a Costa Rica que un incompetente sin experiencia es preferible en la función pública a un exjerarca de una institución o un emprendedor exitoso. Esta es la única manera de explicar por qué tantos votarían por un partido lleno de “activistas y estudiantes” del Combo y el TLC sin ningún logro a su nombre. Indudablemente una exitosa maniobra política. ¡Cómo les duele a los demás candidatos!

Los fans de Villalta: No sé si estos logros de Villalta se deberán en parte a la manada de imbéciles que repiten constantemente su propaganda en las redes sociales. Tal vez se graduaron de la Universidad o son estudiantes perpetuos, lo que sí es seguro es que se sacaron un cien en Generales. ¡Ha dado fruto el programa de adoctrinamiento de la UCR! Me pregunto por qué putas es que la fracción del electorado que vota por Villalta no es a la que él se refiere en su discurso. No son las personas pobres y de zonas rurales las que quieren votar por él, sino un montón de jóvenes urbanistas de clase media y media-alta que tienen una visión idealista de la “Costa Rica campesina” que aprendieron en el tour de la Finca Britt.

Tal vez debería parar de tratarlos de ignorantes y considerar que sí tienen motivos más allá de su tergiversada “conciencia social.” Puede que al ser profesionales no sólo de carrera sino además en la evasión de impuestos quieren refugiarse con Villalta, cuya solución al déficit no está enfocada en la mejor recaudación sino en desplazar la carga fiscal a los grandes empresarios.

No crea que esta “liga de la justicia social” no está organizada. Tienen publicaciones en línea de corte “intelectual” como la famosa Revista Paquidermo, cuyo logo es uno de los fracasos más grandes en la historia del diseño gráfico (ese garabato rosado es un elefante, por aquello). Si no entendió a lo que me refería con la dialéctica de Villalta, le recomiendo que lea cualquier artículo de Francisco Robles y cáguese de risa.

No faltará alguno de estos pendejos que salga diciendo alguna burrada como: “Uy, ¿por qué cuando hablan de socialismo comparan las políticas del Frente Amplio con Venezuela y Argentina y no con los países escandinavos?” ¿Qué parte de que el Frente Amplio es un partido “latinoamericanista” no entiende? Además, los países escandinavos son democracias liberales, cuyos índices de libertades económicas y de mercado son los más altos del mundo y sus políticas no tienen nada que ver con las propuestas del Frente Amplio. El problema es que como ya Villalta les redujo el cerebro para poder pensar sólo en etiquetas, son incapaces de realmente analizar las marcadas diferencias entre ambos regímenes “socialistas.”

No tengo nada en particular contra los fanáticos de Villalta, sólo que me putean más ellos, porque demuestran que para lo único que sirve un título universitario es para darse el derecho de ser arrogante y condescendiente con los demás.

La campaña del miedo: Nadie cree que los medios de comunicación son imparciales. Sabemos que La Nación le dio tácitamente su adhesión a Liberación y por eso es absolutamente ridículo que Johnny Araya diga que ese periódico lo tiene en su contra. El otro día vimos a Ignacio Santos casi apretándose a Luis Guillermo Solís a las seis de la mañana.
Lo que sí es un poco vergonzoso y pasado de la raya es “la campaña del miedo,” como la etiquetó Villalta, a su mejor estilo. Sí, el Frente Amplio es históricamente un partido comunista y no hay duda que hay un montón de marxistas y simpatizantes del “socialismo del siglo XXI” en el partido, a quienes nada les gustaría más que vengarse de aquellos que los han vencido elección tras elección por lo últimos setenta años. Pero por favor, estas predicciones apocalípticas de que Villalta se va a convertir en dictador de la noche a la mañana, nos va a dejar todos limpiándonos el culo con la mano y que le va a regalar Guanacaste a Ortega, ignoran absolutamente la existencia del Estado de Derecho.

Ya tuvimos un presidente con alto grado de aprobación, que si hubiera podido se habría hecho un trono de oro y una corona de diamantes. Pero si Óscar Arias no pudo, ¿por qué creen que lo va a lograr Villalta? Lo más probable es que va a ser un fracaso como gobernante, con una Asamblea Legislativa dividida, donde ni siquiera va a tener liderazgo sobre su fracción y se va a rodear de incompetentes porque ha enajenado a todos aquellos que han demostrado éxito en la administración pública y privada. Serán cuatro años perdidos y ya. Un resultado no muy distinto a lo que pasaría con otro gobierno de Liberación.

Es cierto que Villalta tiene la capacidad de hacer el ridículo a nivel mundial, quién sabe qué revolucionario anti-imperialista pone en la cancillería o qué chancletudo quema-banderas va de embajador a Washington a hacer huelga de hambre frente a la Casa Blanca. Pero, ¿es realmente esto mucho peor que el montón de pachucos que Liberación ha metido en la Asamblea como Fabio Molina y Jorge Angulo?

No quiero decir que Villalta no vaya a intentar maniobras anti-democráticas, sabemos que la burra de Dagmar Fácil ya empezó con que “se viene el fraude,” pero hasta ahora el Frente Amplio ha respetado las decisiones del TSE y la jurisdicción nacional. En este momento, los que realmente están espantando inversionistas y generando incertidumbre a nivel nacional e internacional, además de cuestionar sin fundamento nuestra institucionalidad y tradición democrática, manchando el nombre de Costa Rica, son las personas detrás de la campaña del miedo.

El Movimiento “Libertario:” Por si no ha quedado claro, yo soy liberal. Yo creo que el modelo que ha sido implementado en Costa Rica en los últimos treinta años ni se acerca a un verdadera democracia liberal. Hemos tenido un grande e ineficiente estado que ha sido un instrumento para el clientelismo. 

Consecuentemente me incomoda que el Frente Amplio se defina de “latinoamericanista,” cuando si hay una región global que es un mal ejemplo para el desarrollo es precisamente Latinoamérica. Si queremos desarrollarnos tenemos que adoptar modelos que han sacado ha países tercermundistas de la pobreza y los han llevado a la vanguardia del desarrollo, como en Corea o Taiwan.

Así que tal vez el Movimiento Libertario merece mi voto. ¡Jamás! Las razones son muchas pero todas basadas en la burda traición a los principios progresistas del libertarianismo. Recuerdo con sorpresa y tristeza el día en que el ML se alió con el PLN para frenar la legislación de las sociedades de convivencia entre homosexuales. Y ahora sale Otto apelando a los principios cristianos y excluyendo a minorías porque ha “madurado.” Como dice Juan Carlos Hidalgo, “Si "madurar" significa dejar de creer en la igualdad de derechos de las personas, llámese homosexuales, lesbianas, ateos o agnósticos, este liberal espera no "madurar" nunca.”

El Movimiento Libertario se ha vuelto populista. Siempre es sospechoso cuando un grupo traiciona sus principios con tal de llegar al poder. ¿Qué garantiza que Otto va a trabajar por el programa por el cuál fue electo si tiene una trayectoria de cambiar sus ideales por su propia conveniencia?

Además, ¿qué es con esa imagen de muñeco de porcelana al que le mantienen la erección a punta de Botox?

En todo caso, su campaña, basada en generar empleo y no más impuestos no va a resultar en Costa Rica. Llegó al último debate diciendo “empleo, empleo, empleo,” sin entender que un tico lo último que quiere  un domingo es que alguien le recuerde que mañana tiene que ir al trabajo. Entonces, mientras Johnny y Villalta estaba ofreciendo regalos (bonos, cesantías, etc.), Otto amargó a todos con su domingo siete: “brete, brete, brete” — “mae, que pega volver al brete.” Por más que intente, se gana un cero en populismo.

Similar es el caso de los impuestos, ¿qué le va a estar importando al tico si tiene que pagar más o menos impuestos si los evade de todas maneras? Mientras tanto, cuando Villalta habla de cobrarle más impuestos a los “ricos” eso sí resuena porque “diay, al final alguien tiene que terminar pagando por todo eso — y no se le ocurra que ese voy a ser yo.” Ese discurso a favor del libre mercado y la superación y responsabilidad personal es contrario a la idiosincracia costarricense.

Predicción: Demostrando: i) la estupidez del pueblo, ii) la inhabilidad de políticos para capitalizar en el rechazo de la mayoría a Liberación y iii) que aún si un pene no sirve para coger, sirve para hacernos olvidar, va a ganar Johnny.

martes, 17 de diciembre de 2013

Propuesta para una ley de privacidad para cargamentos en tránsito

Toda cualidad no es fundamentalmente ni virtud ni vicio, tal clasificación es circunstancial. El hombre no nace virtuoso. La virtud surge de su capacidad de aprovechar de aquello que la naturaleza le ha proveído. La virtud de la nación, mantenida bajo un pacto social entre hombres, es forjada por estos, empezando de aquellas cualidades fuera de su control, principalmente las propiedades geográficas, geológicas, y ecológicas de la tierra. No se puede decir más que dichosos somos por la ubicación geográfica de Costa Rica. Sabiendo esto, es nuestra responsabilidad que cualquier aparente desgracia de está condición sea realmente una oportunidad para el progreso.

Somos un país pequeño, y esta es la consideración fundamental para guiar nuestras políticas. Debemos tener presente que hay fuerzas económicas y militares que van mucho más allá de nuestro control y se requiere un gran ingenio para mantener el progreso y la paz bajo estas. 

¡Más fácil detener las mareas que el trasiego continental de la droga! Nuestra posición en Centroamérica, entre los grandes productores y los grandes consumidores de la droga, cuyas economías y poblaciones son mucho más grandes que la nuestra, generan la inevitable consecuencia de un masivo tráfico de drogas por nuestros mares y tierras. Dado que no somos los causantes de este problema, no podemos más que vernos víctimas de las fallidas políticas continentales. Es inútil resolver un problema que no nos corresponde. No queda más que formular políticas nacionales para minimizar los daños. Estas deben estar acorde con la tradición pacífica costarricense y contrarias a la ineficaz solución de la militarización de los mares. Por esto, propongo establecer un principio de privacidad en nuestra legislación aduanera.

Esta ley será aplicable para cargamentos que entren y salgan de nuestras fronteras en un corto plazo sin dejar ninguno de sus contenidos en el país. La privacidad será absoluta, incluyendo la carga y descarga de contenedores en puertos y puestos fronterizos, pero sólo se aplicará a los contenidos de los cargamentos y no a su ubicación mientras permanezcan en el territorio nacional. Las tecnologías requeridas para el monitoreo y la verificación de integridad de los contenedores ya existe. Corresponderá al gobierno la ejecución de estas medidas.

Violaciones a la regulación de los cargamentos privados serán investigadas por los organismos competentes, y cualquier daño a la integridad del contenedor invalidará la protección de privacidad otorgada por esta ley y toda reglamentación usual de importación será aplicada a los contenidos del cargamento. En caso de que estos violentaran cualquier ley del estado se llevará a cabo el correspondiente proceso judicial.

Se gravarán uniformemente los cargamentos correspondiendo a su peso y los recursos serán destinados a los programas nacionales que conciernen los temas de salud y seguridad asociados al transporte y uso de las drogas.

La producción y consumo de drogas por terceros países no nos incumbe y, por el beneficio de esta pequeña nación, no queda más que borrarnos del mapa del narcotráfico continental.

sábado, 7 de julio de 2012

Actitudes sociales autoritarias

Suponiendo que las sociedades deciden sus principios éticos, me gustaría comentar sobre ciertos ejemplos de inconsistencia en la aplicación de estos principios. Naturalmente, esto es más evidente en decisiones sobre acciones que no son ni claramente malas ni buenas. La discusión podrá parecer superficial, pero me hace cuestionar qué tan racional es nuestra ética (no en el sentido de que los principios en sí sean racionales, sino cuestionar la existencia de principios y la ética reduccionista). De cierta manera me parece que a fin de cuentas lo que es bueno y malo proviene del sentimiento – y no la razón – de la mayoría.

Lo que me llevó a este tema tiene que ver con el hecho de que en el nuevo complejo apartamentos donde viviré en Chicago no se permite fumar, ni siquiera al aire libre en el balcón. Estamos de acuerdo en los peligros del fumado pasivo, lo que justifica que en lugares públicos y cerrados sea prohibido (felicidades al gobierno de Costa Rica por la nueva ley anti-tabaco, por cierto), pero el simple olor a tabaco, que no debería ser un problema si los apartamentos están bien diseñados con buena circulación del aire, no es diferente a olores de comida, pedos o sobaco que vayan a circular de un apartamento a otro. Esta prohibición no es una cuestión de salud, sino una aversión sicológica al fumado. Nótese además que en uno de los complejos que visité se puede asar carne, pero no fumar, en el balcón! Por qué es el olor a tabaco peor que el olor desprendido por un cadáver al fuego? Y qué decir de que se permiten las olorosas y bulliciosas mascotas? Justo ayer subiendo en el ascensor del apartamento había un gato que maullaba en un tono agónico y muy incómodo. Al vivir en un complejo de apartamentos hay ciertas reglas para facilitar la convivencia y, hasta cierto punto, todos debemos tolerar a nuestros vecinos, pero es absolutamente ridícula la actitud hacia el tabaco, mucho más estricta que hacia muchas otras potenciales incomodidades, simplemente porque es una maldita moda –  la idea de que todo complejo tiene que ser libre de humo con un cuarto de ejercicios para acomodarse a esta visión de mundo donde desperdiciamos los mejores años de nuestras vidas para poder vivir más últimos e inútiles años de viejo.

(Nota: me dan más asco cuerpos sudorosos en el ascensor que gente que vuelve después de salir a fumar.)

De igual manera, la prohibición de la marihuana es enteramente irracional. Si la mayoría de la población fumara tanta marihuana como toma alcohol, esta sería legal. No hay razones de salud y ni de bienestar social para prohibirla – es simplemente una droga que no es lo suficientemente popular y no tiene la aceptación social necesaria para la legalidad.

A fin de cuentas lo que más me molesta es la hipocresía de la mayoría, donde se espera que la minoría tolere sus preferencias mientras que la mayoría se toma la libertad de restringir las preferencias de la minorías. Hay alguna duda de que si la mayoría fuésemos vegetarianos no tardaríamos nada en prohibir el consumo de carne bajo principios éticos? No hemos ya hecho esto en el caso de las corridas de toros, donde simplemente porque a la mayoría no nos gustan las prohibimos, aún cuando generan mucho menos sufrimiento animal que el consumo indiscriminado de carne? Por qué esperamos que los vegetarianos respeten nuestra decisión de comer carne cuando nosotros no respetamos la decisión de algunos de disfrutar corridas de toros? La razón es simple: porque somos la mayoría.

miércoles, 22 de febrero de 2012

El ateísmo no es una religión

Hay pocas cosas que me molesten más en discusiones de religión, que cuando se dice que se requiere fe para no creer en dios. Esto es particularmente molesto porque demuestra fallos fundamentales en la comprensión del significado de "creer" y de "tener fe." Si tanto ateos como religiosos no estamos de acuerdo en estos significados, la discusión es imposible.

Tener fe no es simplemente creer, es la capacidad de creer sin justificación. Se dice que es una virtud porque requiere convicción. Tener fe demuestra una grandísima confianza en la autoridad religiosa, ya que logra que el individuo crea algo en lo cual, mediante su usual proceso de justificación, no creería.

Los ateos, por el contrario, podemos ser definidos simplemente como personas carentes de fe, poseídos por la duda. Solamente creemos en aquellos procesos y fenómenos que podemos justificar inductivamente, basándonos en nuestra experiencia. No hay más.

Los mismos religiosos tradicionalmente aceptan la fe como una cualidad fundamental suya, ¿por qué entonces diría alguno que la fe es una cualidad que también poseen los ateos, reduciéndola a simplemente la acción de creer y despachándola de toda virtud?

Me parece que es para ubicar al ateísmo en el mismo plano epistemológico que la religión y hacer la preferencia de una posición u otra una cuestión de ética o estética y no de conocimiento. Esto lleva a ignorar el argumento fundamental del ateo contra las creencias religiosas, i.e. que estas no son justificadas, y más bien se presta para calificar al ateo como una persona que ni le gusta ni quiere creer en dios por objeciones morales. ¿Quién más villano que aquel que rechaza caprichosamente a un dios creador y benevolente?

martes, 21 de febrero de 2012

El primer planeta habitable se debería llamar Jesús

Estamos muy cerca de uno de los logros más importantes en la historia de la humanidad: el descubrimiento del primer planeta habitable fuera del sistema solar.

Como es tradición en la astronomía, propongo que cuando descubramos tal planeta le demos el nombre de la criatura mitológica conocida como Jesús.

En poco tiempo, en la mente del público "Jesús" llegará a referirse a un objeto de verdadera relevancia y sentará la condición ficticia del personaje mitológico.